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11 jul 2008

No Renuncies a tu Poder: Cúrate

Ya he contado aquí que cuando una le dice a alguien: cúrate, no lo está atacando, sino le está devolviendo el poder que tiene de curarse a sí mismo. Y esto funciona con toda enfermedad que no nos haya comido el poder de la voluntad y el entendimiento.

Mientras seas capaz de querer y entender, eres capaz de curarte. Entiendo que es difícil, pero es la única salida posible. Y eso sirve para la depresión, para el cáncer, para la fiebre.... para el mal de amores.
Recojo aquí un extracto del testimonio de Louise L. Hay y su cáncer de vagina.
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Hace unos años me diagnosticaron un cáncer de vagina. No era en absoluto extraño que tuviera cáncer en la región vaginal habiendo sido violada a los cinco años de edad, y habiendo sido una niña maltratada. Cuando se manifestó la enfermedad ya llevaba varios años como profesora de sanación, por lo cual fui muy consciente de que en ese momento se me daba la oportunidad de practicar y demostrar en mí misma lo que enseñaba a otros. Como cualquier persona a la que se le dice que tiene cáncer, me invadió el terror. Y sin embargo, yo sabía que la curación mental era efectiva. Consciente de que el cáncer proviene de una actitud de resentimiento muy hondo que se mantiene durante mucho tiempo hasta que literalmente corroe el cuerpo, sabía que tenía que hacer muchísimo trabajo mental. Comprendí que si me operaban para quitarme el cáncer y no quitaba la pauta mental que lo había creado, los médicos irían cortando trozos de mí hasta que no hubiera más de mí que cortar. Si me hacían la operación y al mismo tiempo yo quitaba esa pauta mental que lo causaba, entonces no reaparecería el cáncer. Cuando el cáncer o cualquier otra enfermedad reaparecen no creo que se deba a que el médico «no quitó todo», sino más bien a que el paciente no ha hecho ningún cambio mental y por consiguiente vuelve a crear la misma enfermedad. También sabía que si conseguía eliminar la pauta mental que había creado el trastorno llamado cáncer, no tendrían necesidad del médico.Me puse a trabajar con mi maestro para eliminar ese viejo resentimiento. Hasta ese momento yo no tenía el menor conocimiento de que albergaba ese profundo rencor. Muchas veces estamos ciegos a nuestras propias pautas. Era necesario que trabajara mucho en el perdón así como desintoxicar completamente mi cuerpo y en seis meses conseguí que los médicos estuvieran de acuerdo con lo que yo ya sabía: que ya no tenía ninguna forma de cáncer.
Sé que por muy horrible que parezca la situación, si se está dispuesto a realizar el trabajo de liberar y perdonar, se puede curar prácticamente cualquier cosa. La palabra «incurable» que tanto atemoriza a muchas personas, en realidad sólo significa que ese trastorno en particular no se puede curar por métodos «externos» y que para efectuar la curación debemos «entrar adentro». El trastorno se originó de la nada y volverá a la nada.
http://www.louisehay.com http://www.senderoespiritual.com/index
(Recibido por correo electrónico)

1 comentario:

  1. Lo se por experiencia... a los 16 años el medico determino que quedaria inválida... lo que me produjo una inmensa rebeldia, ¿quien era el para decidir mi futuro? me puse a trabajar en mi y no volvi mas al medico.. tengo 55 años y soy mas activa que mi hijo de 21... La mente es poderosa.

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