Recomiendo que la haga quien se sienta listo para ello. No sin antes hacer estas consideraciones:
- "La fé mueve montañas" es la versión corta de un párrafo del Evangelio en el que Jesús dice que así nuestra fé sea enana, como un grano de mostaza, si le decimos a un monte que se mueva, lo hará. La siguiente vez que he oido ese mismo argumento ha sido cuando he conocido "El Poder de la Intención".... la fé es la otra cara de la moneda de la ley de la atracción. Si yo estoy convencida de que algo va a suceder (pero convencida totalmente.... sea bueno o malo) eso sucederá irremediablemente (sí, la usamos para mal, por ejemplo a veces las mujeres nos enganchamos con un chico y decimos "yo sé que me va a dejar".... y nos deja :) ¿ya ves? todos somos medio profetas).
- Hacer un pedido a un ser como un santo o un ángel es positivo porque es una energía superior a la nuestra vibrando para que consigamos lo que pedimos. Es decir, ese ser A T R A E para nosotros lo bueno que queremos. Así que por eso yo siempre le rezo a los Arcángeles y a los seres de luz (en este caso, San Expedito).
Y aquí la oración:
San Expedito te amo y te necesito, estás en mi corazón, bendíceme y bendice a mi familia, mi hogar, mis amigos y enemigos (porque de ellos también aprendí), resguarda mis bienes espirituales, mis sueños y proyectos, sé mi abogado y ejerce tu sabiduría para defenderme de los problemas económicos/financieros/laborales que padezco. Protégeme ... Hoy te pido me concedas la gracia de (decir el pedido) y me comprometo a difundir tu nombre y tu capacidad de escucha; en nombre de Jesús... Amen
Realmente, decir una oración, o hacer una petición sin fe, es como enviar un mensaje distinto. Creo que es un arma de doble filo.
ResponderEliminarSaludos,
Mariana
Gracias.