Hace poco contaba que tenía rabia, y hoy contaba que me dejé agobiar por recuerdos y por imaginaciones.
Muchas veces en la lucha por ser feliz y por estar bien y hacer bien a nuestro alrededor el momento puede parecer adverso. Puedes tener ganas de mandar al carajo al planeta entero y dejarte morir.
Hay muchas maneras de desanimarse, te puedes volver apático, te puedes volver cínico, te puedes volver hipócrita, te puedes volver de piedra.
Sea cual sea la forma, siempre puedes regresar a casa, volver al momento presente, respirar, sentir la vida dentro de tu cuerpo y dejarte fluir en el milagro de ser y en el milagro de todo lo que aún no se ha manifestado.
Siempre hay un camino de regreso... sólo hay que querer encontrarlo.
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