Mirada Desnuda (año 1 No. 3)
por Guita Verdeguer una Columna Semanal exclusiva para Blog de Autoayuda
(c) 2008. Todos los derechos reservados, prohibida su reproducción total o parcial sin permiso expreso de la autora (al correo rudacanela (arroba) gmail.com).
por Guita Verdeguer una Columna Semanal exclusiva para Blog de Autoayuda
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Dice la canción: "tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor"... Muchas veces hemos hablado en este blog de la atracción del dinero y de la del amor... ¿y la salud?
Louise L. Hay enseña que las enfermedades son la exteriorización de una idea. Muchas veces lo que se nos enferma primero es: el alma (esa energía que no sabemos explicar y que nos da individualidad y vida).
Si se nos enferma el alma, es sólo cuestión de tiempo el que nuestra cuerpo manifieste una enfermedad. Lo que hay que hacer es curar el alma primero. ¿Cómo curamos el alma? Para saberlo es preciso entender ¿cómo la enfermamos?
Es cuestión de tomarse un tiempo y sentir profundamente qué es lo que nos mortifica... pero realmente nos mortifica de nuestra vida actual... no importa si no nos atrevemos a contárselo a nadie, es simplemente un ejercicio de autoconocimiento.
Primera Pregunta.
Con la lista (mental o escrita) de aquellas cosas que nos mortifican, empezamos con la pregunta ¿por qué me mortifica tanto?
Las respuestas -por personales- tienen que ser honestas.
Por ejemplo, hubo un tiempo en que me mortificaba (pero enormemente) leer textos con faltas de ortografía, simplemente no lo toleraba... me ponía de mal humor y menospreciaba violenta ( y secretamente) al autor... no importaba lo buena persona que pudiera ser.
Era una manía que me llevaba a un estado de rabia. Realmente sentía rabia al leer un texto con faltas de ortografía y ... ¿no les parece que no es para tanto?
A mi me parece que no es para tanto, que no todos tenemos el mismo nivel cultural ni la misma forma de aprovechar la educación recibida... no todos tenemos por qué valorar la ortografía y la gramática de la misma manera...
Era una molestia que escondía algo más fuerte dentro de mi: intolerancia...
Significaba que no podía soportar las diferencias entre las personas, tenía un modelo ideal y si no se ajustaban a ese modelo eran casi infrahumanos.
Lo más gracioso de eso es que ni yo misma calzaba en esa perfección que me inventé... así que me rechazaba: engordé, tuve migraña y depresión.
Segunda Pregunta.
Si aún no hemos entendido los síntomas que nos aquejan, sigamos con el ejercicio...
La siguiente pregunta es: "cómo reacciona mi cuerpo para evitarme aquello que me molesta"...
En el caso que conté sobre mi, la respuesta es: rechazándome físicamente, haciendo lo posible porque todos los demás sientan el rechazo que yo tengo de mi misma...
¿Se entienden mejor los síntomas ahora?
Finalmente.
Sólo me queda animarlos para tener la valentía de enfrentarnos a nosotros mismos y entender qué es lo que dice nuestra alma a través de nuestro cuerpo.
Louise L. Hay enseña que las enfermedades son la exteriorización de una idea. Muchas veces lo que se nos enferma primero es: el alma (esa energía que no sabemos explicar y que nos da individualidad y vida).
Si se nos enferma el alma, es sólo cuestión de tiempo el que nuestra cuerpo manifieste una enfermedad. Lo que hay que hacer es curar el alma primero. ¿Cómo curamos el alma? Para saberlo es preciso entender ¿cómo la enfermamos?
Es cuestión de tomarse un tiempo y sentir profundamente qué es lo que nos mortifica... pero realmente nos mortifica de nuestra vida actual... no importa si no nos atrevemos a contárselo a nadie, es simplemente un ejercicio de autoconocimiento.
Primera Pregunta.
Con la lista (mental o escrita) de aquellas cosas que nos mortifican, empezamos con la pregunta ¿por qué me mortifica tanto?
Las respuestas -por personales- tienen que ser honestas.
Por ejemplo, hubo un tiempo en que me mortificaba (pero enormemente) leer textos con faltas de ortografía, simplemente no lo toleraba... me ponía de mal humor y menospreciaba violenta ( y secretamente) al autor... no importaba lo buena persona que pudiera ser.
Era una manía que me llevaba a un estado de rabia. Realmente sentía rabia al leer un texto con faltas de ortografía y ... ¿no les parece que no es para tanto?
A mi me parece que no es para tanto, que no todos tenemos el mismo nivel cultural ni la misma forma de aprovechar la educación recibida... no todos tenemos por qué valorar la ortografía y la gramática de la misma manera...
Era una molestia que escondía algo más fuerte dentro de mi: intolerancia...
Significaba que no podía soportar las diferencias entre las personas, tenía un modelo ideal y si no se ajustaban a ese modelo eran casi infrahumanos.
Lo más gracioso de eso es que ni yo misma calzaba en esa perfección que me inventé... así que me rechazaba: engordé, tuve migraña y depresión.
Segunda Pregunta.
Si aún no hemos entendido los síntomas que nos aquejan, sigamos con el ejercicio...
La siguiente pregunta es: "cómo reacciona mi cuerpo para evitarme aquello que me molesta"...
En el caso que conté sobre mi, la respuesta es: rechazándome físicamente, haciendo lo posible porque todos los demás sientan el rechazo que yo tengo de mi misma...
¿Se entienden mejor los síntomas ahora?
Finalmente.
Sólo me queda animarlos para tener la valentía de enfrentarnos a nosotros mismos y entender qué es lo que dice nuestra alma a través de nuestro cuerpo.
Me parece que sigues una línea coherente. La queja positiva es, en realidad, también una manera de querer que nuestros deseos se cumplan. Así que, a quejarse hasta lograr cada uno sus aspiraciones.
ResponderEliminar¿De qué me quejo?
Me falta tiempo para todo lo que tengo que hacer y me gustaría hacer (también voy corto de dinero, gracias a Dios no me falta para lo imprescindible).
La idea es encontrar lo que queremos en base a descubrir lo que no queremos. Gracias por compartir amigo Huascarán. Tú siempre tienes tiempo para dar una mano. Saludos.
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